Puede que algunos se extrañen por el título del resumen del partido ante el Mallorca, pero aquí un servidor se fue a casa un pelín mosqueado por la sensación "agria" dejada en la segunda mitad.
Ganamos, sí, con una media hora brillante de juego ofensivo, yendo a machacar al rival, y de repente volvimos a las andadas, teniendo un cuarto de hora final pasota.
Pensé que con el descanso los jugadores se aplicarían más, sobretodo porque un 2-0 es engañoso, ya que en cualquier jugada aislada te meten el miedo en el cuerpo y florecen los nervios. De ahí que pensara que buscaríamos el tercer para así dejarlo visto para sentencia, y lo que también es importante, poder cambiar a los jugadores pensando en Bilbao y no en el partido en sí.
Pero hete aquí que hicimos una segunda parte mala, como a verlas venir y por momentos (finales) nos salvó la mala pegada del rival, esto no pasará con los grandes.
El Sevilla FC no debe relajarse tanto con toda una segunda mitad por delante y con un resultado no tan amplio, por que ya hemos tenido tiempo atrás lecciones de que si no luchas hasta el final lo puedes pagar caro.
Y lo peor de todo es que se veía que el Sevilla FC era infinitamente superior al rival cuando le echaba ganas, pero la relajación dió lugar a ciertos nervios, que trajeron imprecisiones en pases claros al contragolpe, que impidieron finalmente, ampliar el marcador para empezar a pensar en Bilbao de manera segura antes de tiempo.
Como conclusión, el Sevilla FC gracias a su pegada, cuando quiso resolvió el partido por la vía rápida del fútbol ofensivo, para después de eso echarse a dormir pensando en que estaba todo acabado y eso en el fútbol es peligroso con un 2-0. Buen partido de todos en general y mal los jugadores de refresco especialmente Capel.
Ahora a pensar en Bilbao con la idea de ganar, para ello habrá que estar al máximo los 90 minutos.
Salu2 rojiblancos
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