Y es que el Sevilla FC una vez más volvió a tropezar con la misma piedra. La misma piedra que nos hizo jugar a la lotería en Coruña, Jerez, Sttutgart, por ejemplo, con resultados dispares y que ayer tenía toda la pinta de hacernos perder el partido hasta que los jugadores (y entrenador?) se dieron cuenta que hoy día equipo que no corre y le echa "ganas" al asunto, es difícil que gane, tendría que ser muy muy eficaz en sus ocasiones para hacerlo (fallamos 2 ocasiones clarísimas en la primera mitad).
Y claro, se sabe que con la camiseta sólo no se puede ganar. Lo que parece mentira es que los jugadores y/o entrenador vuelvan a hacer lo mismo después de lo visto en estos últimos partidos. Claro está, que a lo mejor es lo que quiere el míster, después de comentar que el pasado martes sus pupilos corrieron mucho teniendo una gran actitud...
El caso es que el Sevilla FC tuvo un inicio bueno, buscando el gol, de hecho el premio lo halló muy rápido gracias a un enchufadísimo O´Fabuloso que ayer nos sacó las castañas del fuego. Creo que el Sevilla FC se vio tan cómodo en el terreno de juego, por que hacía daño al rival de manera fácil que pasado los 10 minutos del gol, se ehó una vez más a verlas venir demasiado agazapado atrás, confiando en su gran defensa y en que en algún contragolpe aislado ograría el segundo, despreciando al rival que tenía enfrente. Y sucedió lo de siempre, pasamos de dominador a dominado, con un centro del campo perdido, con los jugadores desubicados y con un Villareal haciendo sangre en nuestra defensa hasta que logró el empate. Aún así, como dijimos, tuvimos 2 claras ocaciones pero no siempre se puede confiar en tener un porcentaje de acierto muy alto.
En la segunda parte, pensé que Jiménez escarmentaría y tocaríamos arrebato, cierto es que hubo un conato pero se diluyó pronto. El Villareal volvío a dominar y en una de estas llegó el segundo y derrota parcial en el marcador.
Fue en ese momento, cuando los jugadores volvieron a hacer que fueramos el equipo temible que ha hecho nombre en Europa gracias a que cambiaron su actitud, y le echaron lo que tienen que echarle durante todo el partido, espoleados todo sea dicho, por una afición que parece que sí sabe leer los partidos y que confiaba en los suyos animándoles a que le pusieran los "huevos" suficientes.
Entonces sí volvimos a ver a un gran Sevilla, tarea también facilitada por los aciertos en los cambios de Jiménez. Clave fue la entrada a la postre de Adriano y Kanouté, uno por las asistencias de gol y el otro por la materializción del gol de la victoria.
Concluyendo, no sé si la culpa es de los jugadores o del entrenador o de ambos, pero se vuelve a comprobar por enésima vez, que siempre hay mayor probabilidad y es más fácil ganar un partido creando más ocasiones de gol que nadando y guardando la ropa después de adelantarte por un sólo gol. Que en el encuentro hay que estar en tensión todo el partido y no sólo a ratos, que la actitud es vital más allá de la calidad de la plantilla.
Sólo deseo que el próximo partido no volvamos a relajarnos y aprendamos de una vez la lección.
Salu2 rojiblancos
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