A LA DERIVA

Lamentable, patético, ridículo. Un Sevilla timorato fue el que de nuevo vimos ayer en Nervión, de nuevo encarando una eliminatoria europea.

Ya no es cuestión de que se gane o pierda, ya no es cuestión de si los fichajes son buenos o malos –eso habrá que valorarlo al final de temporada, aunque todo indica que no eran las primeras opciones y no se invirtió lo necesario-, de que si el 4-4-2 o 4-4-3 es mejor o peor -da igual, el Sevilla FC no sabe a lo que juega-, lo importante es que la sensaciones que transmite el equipo en este inicio de temporada son muy negativas, tantas como que no ha sabido encarar partidos muy trascendentales que le ha llevado a hacer el ridículo espantoso en Europa y España, perdiendo de manera lamentable la Supercopa y no obstando a la participación a la Champions League ante un equipo de “chichinabo” y a todo esto, en la competición que nos dio la gloria, que según el club justifica nuestro precio de carné, otro soberano ridículo.

Y desde mi humilde opinión, todas las miradas deben ir hacia el inquilino del banquillo, aunque la culpa no es de Álvarez, sino de quién lo coloca allí, como hicieron con Jiménez. Este Sevilla “grande”, con grandes objetivos, con grandes precios de carnets, con grandes estructuras, con grandes plantillas y grandes fichajes no puede andar estos 3 últimos años con entrenadores teóricamente de medio pelo, siendo más grave lo de este año después de la experiencia de Jiménez.

Los grandes equipos lo conforman grandes jugadores y grandes entrenadores, o por lo menos, entrenadores que posean gran bagaje profesional, con ambición y buenos resultados en otros equipos. La directiva sigue a su bola, refugiándose en éxitos pasados para justificar todas sus decisiones y no reconocer errores de bulto, tanto en política de fichajes como en entrenadores escogidos.

Este año, más de lo mismo, o mejor, menos de lo mismo, por cuanto los jugadores que han sostenido al Sevilla FC glorioso de estos tiempos son un año más viejo y eso se nota, Sr. Del Nido. Si esto sigue así, mal año nos espera, ojala me equivoqué, pero lo llevo diciendo desde hace tiempo…

Para terminar un apunte a esta directiva vanidosa y egocéntrica que sólo basa su crecimiento en sangrar al socio, el Sevilla glorioso de los 6 títulos era un club humilde en su ideario, con los precios de los abonos “normales”, apoyado por un gran preparador físico y un gran entrenador..

Salu2 rojiblancos