Sin ambición no hay gloria

He preferido esperar a hoy para que se me pase el "mosqueo" por el espectáculo de ayer, antes de ponerme a escribir.
Ridículo y lamentable partido el jugado ayer por nuestro Sevilla, gracias a la labor de nuestro jugadores, y sobretodo, por obra y gracia de nuestro entrenador, el Sr. Jiménez.
De partida, este entrenador tiene la capacidad involuntaria de hacer enfadar al sevillismo con sus alineaciones. Increíble pero cierto, de inicio no había ninguno de los nuevos fichajes de este esperanzador Sevilla, ninguno de los 30 millones invertidos, es más, Sergio Sanchez se quedo en Sevilla a ver por Tv a sus compañeros, Jiménez sabrá por qué. Pero lo más chocante fue lo de Zokora, habitual y destacado en la pretemporada, partió desde el banquillo y salió a cubrir la baja de Romaric. ( y menos mal que éste no fue Konko...)
De todas maneras, pienso que poco hubiera importado esto, ya que puedes poner a 11 "Ronaldos" sobre el campo que sin ambición no habrá victoria y más aún, jugando al pelotazo y tirando una vez a puerta. Como se suele decir, el que la lleva la entiende, y Jiménez tendría sus razones para no alinear de titular a ninguno de los nuevos fichajes, pero lo que el sevillismo no puede llegar a comprender es ver a su equipo haciendo el ridículo, con un juego rácano, sin orden ni ideas ofensivas, pero sobretodo sin actitud ganadora.
Jiménez en sus declaraciones se delató, -era un partido de 0-0-, con esa idea fue a Mestalla y así se lo hizo ver a sus jugadores, que a la postre responden sobre el campo a lo dictado por el mister. Esta idea la debió reforzar Jiménez en la segunda parte tras haberse quedado con diez por injusta epulsión de Kanoute, al salir de manea bochornosa el equipo pegado a Palop. Y jugando asi, lo lógico es perder.

La peor conclusión que se extrae del espectáculo lamentable ofrecido ayer por los nuestros, son las formas, por cuanto tenemos claro que esto es fútbol y se puede ganar, empatar o perder, pero diferente es caer "cayendo con las botas puestas" que jugando descalzados.
Este Sevilla no debe ni puede permitirse jugar sin ambición, con actitud ultradefensiva, sin orden ni concierto y sin capacidad de reacción ninguna contra adversidades, como el jugar con diez. Así, mal nos irá en la Champions y en la liga. Como digo, lo más preocupante es que Jiménez parece no haber evolucionado desde sus inicios.
Es sólo una partido y por el bien de todos, ojalá haya sido sólo una pesadilla liguera.
Salu2 rojiblancos.